Viridiana Flores y Brenda Friederichsen escribieron para el diario La Opinión acerca del arte durante la infancia y, en diálogo con los artistas Guillermo Castellanos y Esther Sámano, coinciden en que las experiencias estéticas tempranas estimulan la sensibilidad de los chicos no solo en lo que se refiere al arte sino también en los demás aspectos de la vida.
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Cualquier actividad artística que realice un niño o adolescente tiene múltiples beneficios como una actitud creadora y transformadora, comenta el ilustrador, creador de libros y contenidos infantiles Guillermo Castellanos (Guadalajara, 1976), mejor conocido como “Memo Plastilina”.
“Tener a niños que se sientan capaces de crear y transformar desde cosas muy simples y además que puedan encontrar en cualquier expresión artística un medio donde ellos puedan decir qué piensan, qué quieren, qué sueñan, con qué están de acuerdo o con qué no”, comparte Castellanos.
Primero podrán decir las cosas con las que conviven cotidianamente y dar la opinión de su pequeño mundo y conforme vayan creciendo lo harán ya con una conciencia colectiva.
“Otro beneficio es el goce que dan las actividades artísticas: un niño que goce del proceso creador, creativo, cualquier disciplina artística, ya lo ganamos porque seguramente lo buscará constantemente, buscará nuevas formas, nuevos materiales y será sensible para admirar lo que otros hacen”, agrega el artista, quien ofrece talleres en la Feria Internacional del Libro FIL Niños y Papirolas.
Castellanos no recibió clases de pintura y dibujo en su niñez y adolescencia y a sus posibilidades copiaba cómics o personajes de las caricaturas que le gustaban. Fue cuando ingresó a la carrera de diseño gráfico donde descubrió el mundo de la plastilina, pues a parte de estudiar, trabajaba en una empresa de fabricación de material didáctico donde ofrecía talleres infantiles para promocionar este elemento maleable.
“Empecé a experimentar, lo que yo iba creando se lo iba presentando a los niños en los talleres, pero donde hice el clic fue cuando vi la respuesta de los niños a la plastilina, es como mágica, los niños pueden pasar horas, se vuelven locos, disfrutan muchísimo trabajar”, cuenta Castellanos.
El ilustrador explica que a cualquier edad pueden adentrarse en el arte, pues nunca es tarde, sin embargo comenta que la edad ideal para ofrecerles opciones artísticas es en la etapa preescolar porque están muy abiertos a recibir formas diferentes, muchas veces a contracorriente con lo que el mundo les ofrece como la programación televisiva y los videojuegos.
Para la pintora Esther Sámano, los niños que tienen contacto con el arte desde temprana edad adquieren una creatividad no sólo para la pintura, sino para otras áreas de su vida.
“Se vuelven más analíticos, más perceptivos y esto, obviamente, les va dando más madurez, les hace dar pasos firmes en la vida”, dijo.
«A través del arte los niños van evolucionando, van nivelando hemisferios y todo esto les va siendo de provecho para su aprendizaje, es una manera de abrirse más a su futura preparación”, agregó la también galerista.
En el primer contacto hay que sondear con el niño cómo es su capacidad de percibir, de plasmar, cómo es hasta su fuerza de manipular.
“Este proceso tiene que ser individualizado, pues la percepción y la capacidad para expresarse tienen una evolución muy particular, no es como en otras disciplinas, donde, por ejemplo, los niños pueden aprender a leer de manera simultánea”, agregó Sámano.
Para lograr buenos resultados, es necesario que los niños se encuentren en un ambiente en el que se sientan cómodos.
Los papás son los primeros responsables de la formación de sus hijos, ya sea que los dejen expresarse con crayones y hojas de papel o dejarlos que ellos exploten su creatividad como lo hace la artista plástica Gabriela Tolentino, pues ella deja que su hija, de cuatro años de edad, intervenga en sus obras.
“Prejuicio inocuo, es uno de los cuadros que me gustan mucho porque el fondo lo pintó mi hija, son sus manchas, entonces me agrada mucho el poder trabajar con ella, es el primer lienzo grande, metió carboncillo, mixtas, yo no meto el color tan puro y ella sí, ella le vale y a mí me gustó mucho porque eso me ayudó a dar un pequeño salto en el color, ya los firma con una A, es Ana Constanza, ya he vendido algunos con su firma porque ya está poniendo el fondo”, platica Tolentino.
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Ana Paula García, encargada de cursos de desarrollo de habilidades para niños en edad escolar, recomienda que desde los 2 años de edad comiencen a realizar actividades artísticas, pero a la edad que más les marca a los niños es a los 9 años.
“[A esa edad, a los 9 años] desarrollan la creatividad, recuerdan siempre lo que hacen, les ayuda muchísimo para otras actividades. También a desarrollar la paciencia, a hacer las cosas bien hechas desde el principio, el manejo del color, sentirse libres de hacer algo espontáneo, es muy útil, si lo manejan desde chicos lo van a seguir haciendo”, platica.
Así que no pierdas tiempo, porque como dicen los expertos: aunque mientras más temprano mejor, nunca es tarde para iniciar alguna actividad artística.