Espiral

Si el ensayo literario se vale de palabras, dice Carlos Grande, el videoensayo se sirve de imágenes y, sobre todo, del modo en que ordena esas imágenes. El texto que les dejamos es una presentación a Espiral, un ensayo hecho de imágenes, un cuestionamiento sobre la muerte y sus alcances, un videoensayo de Héctor Ibarra.

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https://vimeo.com/115362014#at=1

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Breves notas sobre lo que entendemos por videoensayo, por Carlos Grande.

No se trata de saber cómo elaborar engorrosas y apuradas respuestas que sirvan como paliativo para la curiosidad del ensayista. Ante todo, aquel ser extraño que no se conforma con la realidad y es capaz de poner en tela de juicio desde los temas más nimios hasta los más complejos —divagaría sobre la minucia convirtiéndola en arte—, haría precisamente eso: preguntar y navegar por digresiones que no tendrían nunca la intención de acabar y asombrarse durante el proceso.

Para este propósito, el ensayista se había servido de las palabras; pero con el advenimiento del cine, el Ensayo Literario vio posible otra manera de plasmarse: a través de imágenes. Así fue como nació el videoensayo. El ensayista fílmico reflexiona al igual que el literario, pero lo hace mediante imágenes dispuestas de cierta manera para causar un efecto en el espectador. «¿Cómo mostrar las imágenes?» correspondería a «¿Cómo formular las preguntas correctas?». El ensayista literario se vale de palabras; el fílmico de imágenes —y aunque éste podría usar una voz en off o distintas clases de sonido durante el video-ensayo, lo importante sigue siendo cómo mostrar las imágenes y eso implica cómo disponer de ellas, cómo conectarlas y entrelazarlas: un continuo pensar y transformar durante la película.

Todo lo anterior lo podemos observar en el siguiente videoensayo de Héctor Ibarra y el cual nos da gusto presentarles: Espiral. ¿Qué es la muerte? Uno de esos temas inacabables del ser humano que, más que exigir las mejores respuestas, exige las mejores preguntas. El autor se hace estos cuestionamientos, como hemos dicho hasta ahora, a través de imágenes que, más que delatar y representar una realidad, nos hacen vivirla y sentirla y preguntarnos acerca de las personas y lugares que ahí vemos. ¿Cómo se vive la muerte? ¿Los muros y los cementerios son capaces de guardar las lágrimas causadas por las partidas? Una extraordinaria conjunción de la imagen con la voz en off nos llevará a lugares inusitados de nuestra mente. Finalmente y como diría Chesterton: no dejemos a los ojos descansar. Divagar con palabras. Divagar con imágenes.